EPECUÉN

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Villa Epecuén: 40 Años de Memoria Sumergida

 

Aquel 10 de noviembre de 1985, el agua hipersalina reclamó su espacio y el terraplén cedió.

Una próspera villa turística, se transformó en éxodo.

Cuatro décadas han pasado desde que las casas y hoteles quedaron baja las aguas de la laguna, sepultando sueños, objetos cotidianos y una vida entera.

Hoy, Epecuén emerge como un espectro blanco, una ciudad petrificada y melancólica.

Sus ruinas son un mudo, pero potente, testimonio de la fragilidad humana ante la naturaleza.

Los esqueletos de los árboles parecen estatuas que vigilan el recuerdo.

En cada ladrillo se siente el eco de la ausencia y la fuerza del destino.

Ya no es un balneario, sino un monumento a la resiliencia y una lección de historia.

Epecuén: el pueblo que el agua se llevó, pero que el tiempo devolvió convertido en leyenda.